Algunas reflexiones complementarias sobre la crisis económica y la teoría del ciclo

Authors

  • Jesús Huerta de Soto Catedrático de Economía Política de la Universidad Rey Juan Carlos.

DOI:

https://doi.org/10.52195/pm.v7i2.277

Abstract

Los tres años transcurridos desde el comienzo de la crisis finan-ciera mundial y posterior recesión económica han supuesto la gran oportunidad de la Escuela Austriaca para popularizar su teoría del ciclo económico y su enfoque de análisis dinámico de la realidad social. En mi caso concreto, nunca pude imaginar a principios de 1998, cuando se publicó la primera edición de mi libro Dinero, crédito bancario y ciclos económicos, que doce años después, y gracias, sin duda alguna, a una crisis financiera y re-cesión económica sin parangón en el mundo desde la Gran De-pre sión de 1929, y que ningún otro paradigma de nuestra Ciencia pudo predecir y explicar satisfactoriamente, que mi libro sería traducido a catorce idiomas y publicado (hasta ahora) en nueve países, en varias ediciones (dos en Estados Unidos, cuatro en Es-paña). Además, durante estos últimos años he sido invitado y he participado en múltiples encuentros, seminarios y conferencias dedicados a presentar mi libro y discutir su contenido y tesis más importantes. En estas ocasiones se han planteado de forma recu-rrente algunas cuestiones que, si bien ya están en su mayoría cumplidamente discutidas en mi libro, quizás requieran ahora de un cierto tratamiento adicional a la vez sintético y recapitula-torio. Entre ellas mencionaremos en estas «Reflexiones» los si - guientes temas:

Los teóricos de la denominada «ecología de mercado» (Anderson y Leal, 1993) han demostrado que la mejor manera de preservar el medio ambiente es extendiendo la creatividad empresarial y los principios del mercado libre a todos los recursos naturales, lo que exige su completa privatización y eficaz definición y de-fensa de sus correspondientes derechos de propiedad. En ausen-cia de éstos se hace imposible el cálculo económico, impidién-dose la adecuada asignación de los recursos hacia los usos más valorados, y fomentándose todo tipo de comportamientos irres-ponsables así como el indebido consumo y destrucción de muchos recursos naturales.

Sin embargo, los teóricos de la «ecología de mercado» han pa-sado por alto otra causa relevante que motiva el mal uso de los recursos naturales: la expansión crediticia que orquestan los bancos centrales e inyectan cíclicamente en el proceso econó-mico a través del sistema de banca privada que actúa privile-giadamente con reserva fraccionaria. En efecto, la expansión artificial de medios fiduciarios genera una fase de burbuja espe-culativa y euforia financiera («exuberancia irracional») que termi-na afectando a la economía real, tensionándola indebidamente al aparecer como rentables múltiples proyectos que en realidad no lo son (Huerta de Soto, 2009). Todo ello somete a un stress innecesario todo el entorno natural: se talan árboles que no de-berían cortarse, se poluciona la atmósfera, en ensucian ríos, se horadan montes, se fabrica cemento y se extraen minerales, gas y petróleo, etc. para tratar de culminar proyectos demasiado ambiciosos que en realidad los consumidores no están dispues-tos a demandar, etc. Al final el mercado terminará imponiendo los criterios de los consumidores y múltiples bienes de capital quedarán ociosos poniéndose de manifiesto que se han produ-cido por error (es decir, con una distribución geográfica y tempo-ral equivocada), pues los empresarios se dejaron engañar por las facilidades crediticias y bajos tipos de interés decretados por las autoridades monetarias. El resultado es un daño ocasionado al entorno natural totalmente innecesario pues no se ha plasmado en mejora alguna en el nivel de vida de los consumidores. Por el contrario, éstos se ven empobrecidos al haberse mal invertido el escaso ahorro real de la sociedad en proyectos inviables, dema-siado ambiciosos (por ejemplo, un millón de viviendas en España que no encuentran comprador). Por tanto, la expansión crediti-cia obstaculiza el desarrollo económico sostenible y daña innece-sariamente el entorno natural.

References

ANDERSON, T.L. y LEAL, D.R. (1993): Ecología de Mercado, Madrid: Unión Editorial.

HUERTA DE SOTO, J. (2009): Dinero, crédito bancario y ciclos económicos, Madrid: Unión Editorial (4.ª edición).

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2010-07-01

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Algunas reflexiones complementarias sobre la crisis económica y la teoría del ciclo. (2010). REVISTA PROCESOS DE MERCADO, 7(2), 193-203. https://doi.org/10.52195/pm.v7i2.277