¿Fracasó el liberalismo en América Latina?

Authors

  • Héctor Ñaupari Graduado en la Facultad de Derecho y Cien-cia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con estudios de Maestría en Derecho con mención en Derecho Civil y Comercial de la UNMSM.

DOI:

https://doi.org/10.52195/pm.v3i1.351

Abstract

Ésta es, en verdad, una pregunta encerrada en un enigma que a su vez está entremetida en un problema. Algunos sostienen que el liberalismo en América Latina ha fracasado al haber cre-ado más pobreza y corrupción que ningún otro paradigma polí-tico en nuestra historia; otros sostienen que no fracasó el ide-ario, sino su aplicación; y, finalmente, están quienes sostienen que el liberalismo en realidad no ha fracasado porque nunca se aplicó. La pregunta, sin embargo, continúa allí, imbatible como un mar embravecido, y sigue desafiante, esperando que alguien la encare con objetividad, realismo y sobre todo con-vicción. Las líneas que siguen intentan dar una respuesta a este gordiano dilema.

El paradigma en el que baso mis disquisiciones es el viejo axioma de considerar a la libertad y la responsabilidad como conceptos integrados e inseparables. Y ello implica entre otras cosas, no distribuir —o socializar— la propia responsabilidad entre otros, sino en asumirla por todo lo hecho o dejado de hacer. De modo que, antes de buscar fantasmas a los que acha-car nuestras culpas, entre los izquierdistas reciclados o los tec-nócratas, examinaremos las responsabilidades que han tenido los propios liberales en este proceso. Así pues, sostengo que el liberalismo en verdad ha fracasado en América Latina, pero que este fracaso tiene distintos niveles. Arguyo además que revertir este fracaso demanda ingentes, permanentes y sobre todo comprometidas tareas, sobre todo en el ámbito de las ide-as, las cuales resultan indispensables para quienes defienden las ideas de la libertad en nuestro continente. Un primer nivel de ese fracaso se encuentra en el laxo argumento de que un pro-grama integralmente liberal en América Latina nunca se pro-puso y por ende, tal fracaso no existe. Se trata de un programa que comprendiese no sólo privatizar o reducir la inflación, sino sobre todo hacer del derecho una herramienta que facilite la cre-ación de la riqueza, una profunda reforma a la justicia de nues-tros países, la drástica eliminación de impuestos y la reducción de sus tasas, la extensión de la propiedad privada y su difu-sión democratizadora en los sectores más empobrecidos de nuestras sociedades, y una reducción de las funciones, activos, acciones y organismos del Estado, devolviéndolas a sus legíti-mos titulares, las gentes, y dejando como sus únicas activida-des — con expresas y legítimas reservas — a la seguridad exter-na e interna, las relaciones internacionales con otros Estados y la administración de justicia. En suma, un programa centrado en ideas claras, con propuestas muy concretas y serias, y cuyo objetivo sea establecer y extender una revolución liberal, capi-talista y popular en América Latina. Lamentablemente muchos liberales se han amparado en la débil coartada que sostiene que, como este programa nunca se propuso ni se aplicó, enton-ces no hemos fracasado. Una lectura más detenida nos obliga a decir que no es que no hayamos perdido, sino que no nos pre-sentamos a la justa a la que habíamos sido convocados.

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2006-01-01

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¿Fracasó el liberalismo en América Latina?. (2006). REVISTA PROCESOS DE MERCADO, 3(1), 207-216. https://doi.org/10.52195/pm.v3i1.351